Todos los años igual, desde los 5 años, por estas fechas, ya empezaba el “taladro” constante para conseguir que Papá Nöel o sus majestades, Los Reyes Magos de Oriente, me trajeran lo que más ilusión me hacía, un perro.
– Voy a pedirme un perro esta Navidad
– Mejor cuando seas mayor cariño, es mucha responsabilidad y durante mucho tiempo
– Jo, todos los años igual, pero si yo lo cuidaría, lo metería en mi habitación y le sacaría a pasear…
-¿antes de ir al colegio y 3 veces al día?, pero y ¿tus deberes? y ¿tus amigos?
Era como el calendario de Adviento, empezaba el día 1 y no paraba hasta que, tristemente, veía que los Reyes Magos ¡mi última oportunidad!pero nunca llegaba.
Evidentemente, mis padres siempre estaban preparados para la causa – efecto, “enfadada con el mundo durante varios días” parecía ser parte de la decoración navideña.
… Sin embargo, cuando cumplí los 15 años, llegó, curiosamente sin haberlo pedido en Navidad, fue por mi cumpleaños.
Una bolita de pelo, metida en una caja y ¡con un gran lazo azul!
Cuando lo abrí, bostezó, tenía las orejas peludas y pequeñas, los ojitos verdes, su pelo de color canela y más que ladrar parecía un bebé, ¡una preciosidad!, por fin vino mi ilusión, un Cocker de nombre Canela.
Siempre juntas, con mucho empeño, le enseñaba a hacer sus cositas cuando salíamos a pasear, a dormir en su cama y a comer su pienso, jugábamos mucho, pero Canela, también mordía todo, se comía lo que encontraba en la cocina, por la calle, ladraba por las noches, rascaba las puertas de las habitaciones para pasar, se comía la cartas del cartero, cuando llegaba del colegio, me tiraba de la falda para ir a pasear, un amor, pero había que estudiar.
Tenía que elegir entre ir al cine con mis amigos o sacar a Canela, salir el viernes o sacar a Canela, ir siempre llena de pelos en la ropa cuando iba a salir, en los viajes siempre teníamos que ir con la ventana abierta ¡hasta en invierno¡
Entonces, empecé a recordar todas las cosas que me decía mi madre, es mucha responsabilidad.
Tener un perro, o cualquier otra mascota, es algo precioso, pero muy serio, porque se trata de disfrutarlo y que tu mascota, también sea feliz y tenga todo lo que necesita.
Un perro es un ser vivo, ni un juguete,ni un artículo de moda y por supuesto, no es un capricho más. Tiene sentimientos y te necesita mucho, depende de ti.
Te haces responsable de su educación y sus cuidados, su alimentación adecuada, su salud, su limpieza en vía pública, su higiene personal, sus revisiones y vacunas, o cualquier problema que pueda tener para que, un veterinario profesional le atienda hasta en urgencias las 24 horas del día, … todo esto, durante aproximadamente unos 10 o 15 años, dependiendo de la raza.
Tu mascota, será como uno de más en la familia, y en general, siempre tienes que elegir una especie que encaje contigo, con tu modo de vida, con tu entorno familiar y tu casa, el lugar donde resides, con tus gustos y sobretodo, con tu TIEMPO.
Piénsalo muy pero que muy bien, antes de pedirlo porque tu vida cambia, tienes alguien que depende de ti.
http://www.abc.es/natural-vivirenverde/20130705/abci-abandono-mascotas-verano-201307051309.html